La marca personal: ¿qué es y cómo se construye?

La marca personal es un concepto por el cual se considera a una persona como una marca. La persona debe funcionar como una marca comercial y diferenciarse de sus competidoras aportando un valor añadido. Su objetivo es el de su reconocimiento como profesional y difusión de su marca.

Este concepto surgió como método diferenciador a la hora de encontrar trabajo. Su principal función es la de proyectar valores positivos y mejorar las cualidades personales del profesional.

La marca personal es especialmente importante para los trabajadores autónomos, ya que de su nombre y de lo que ellos se diga en el sector, dependerá su éxito o fracaso. No obstante, los trabajadores por cuenta ajena cada vez son más conscientes de la importancia de trabajar en su propia marca personal, ya que, en un mercado laboral incierto, cada vez es más importante cultivar las propias habilidades comerciales y no vincularse tanto a las empresas.

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CÓMO CONSTRUIR LA MARCA PERSONAL

1 – DEFINIR OBJETIVOS

A la hora de construir una marca personal lo primero que hay que determinar es qué queremos conseguir con ella. Si queremos conseguir un trabajo nuevo, consolidarnos como profesionales, ampliar mercado…En base a lo que se quiera hacer se llevará a cabo una estrategia u otra.

2 – DETERMINAR NUESTRO PÚBLICO

Una vez que sepamos lo que queremos conseguir hay que determinar dónde está nuestro público e ir a por él. Así, si por ejemplo queremos posicionarnos en el marketing habrá que tratar de establecer contacto (Linkedin, redes sociales…) con las personas interesadas en ese sector.

3 – CONSTRUIR EL PERSONAJE

Ya sabemos lo que queremos y dónde está nuestro público, así que ahora falta construir la marca. No se trata de crear una fantasía sobre nuestra persona, sino de potenciar los aspectos positivos de nuestra personalidad para venderla de la manera correcta.

4 – DEJARSE VER

Una vez que se tengan claros los demás apartados, qué vamos a hacer, cómo y dónde, hay que dejarse ver y estar presente en todos los sitios (lógicos) que sean necesarios. Redes sociales, páginas especializadas, foros, eventos…

Es importante ser regular en las actualizaciones. Es decir, no basta con abrir un blog, lo importante es actualizarlo de forma habitual. Lo mismo sucede con las redes sociales, hay que ser constante en la comunicación para poder crear una imagen de marca, sobre todo si nuestro sector está relacionado con la tecnología o la comunicación.

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