Qué tener en cuentas al hacer un plan de empresa

Para cualquier proyecto emprendedor es básico tener un buen plan financiero para la empresa. Y, realmente, no está complejo elaborarlo, sólo que no siempre nos acordamos de hacerlo de manera adecuada.

Es lógico que cuando el emprendedor se encuentra en un proceso de lanzamiento de su proyecto empresarial, haya prestado atención a cuestiones relevantes como el desarrollo de la idea, la puesta en práctica de la misma y, por supuesto la financiación.

Pero, todo esto si no viene acompañado de un buen plan de empresa para poner en marcha el proyecto de manera sólida, por muy buenas bases que tenga, va a generar con bastante probabilidad disfunciones en el desarrollo del proyecto.

No obstante, hacer un buen plan de empresa inicial, no es complejo realmente. Sobre todo, en el caso de las pequeñas y medianas empresas, puede ser una tarea en la que el emprendedor puede colaborar e incluso llevar a cabo por sí mismo.

Qué tiene que tener en cuenta un plan de empresa básico

Vamos a hacer un pequeño resumen de lo que siempre debería contener tu plan de empresa para un proyecto nuevo, e incluso para un proyecto consolidado.

En primer lugar, es necesario definir el plan de inversiones. En el plan de inversiones detallaremos no sólo los costes de puesta masa de desarrollo, sino también otros aspectos como la tesorería, proveedores, esto, etc. es necesario definir el plan de inversiones.

El segundo paso, debe ser un balance previo al lanzamiento, si es posible, y si no un balance hasta el momento de realizar el plan. El balance sencillo y se debe ajustar sobre la situación financiera, incluyendo el valor de la misma, la deuda y el pasivo.

Utilizar las cuentas de ganancia y pérdidas es es otra parte fundamental de un plan financiero. En este apartado vamos a valorar las previsiones de ingresos, el volumen de ventas, y los costes para el flujo del desarrollo empresarial. Esto va unido de manera directa a la necesidad de establecer un presupuesto de caja, en el que se incluyen aspectos tan relevantes como costes de personal, gastos de venta, y flujo de caja.

El último paso, que es relevante por supuesto, es el de determinar la gestión de tesorería. El plan de tesorería es el que va a reflejar como entra y sale en dinero de tu empresa a partir de las operaciones que realiza. Si no se tiene un plan de tesorería es necesario establecerlo, y esto se puede hacer desde la práctica, es decir, desde el análisis de cómo ha evolucionado o como va a evolucionar el proceso empresarial en el tiempo.

Por supuesto, hay más aspectos que se deberían tener en cuenta, pero con estos cinco pasos, o planes independientes, ya se puede elaborar un plan de empresa adecuado. Obviamente, la recomendación final será que, en la medida de lo posible, acudamos siempre a profesionales de la gestión para tareas relacionadas con los números cuando no seamos especialmente hábiles en su confección

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