Libertacom nos cuenta sus primeras visitas comerciales y algunas enseñanzas prácticas obtenidas («a fuerza de equivocarme«) de estas experiencias:
Antes de la visita, hay que prepararse: «Identificar de forma previa, siempre que sea posible, los posibles problemas y por tanto intereses del cliente potencial, con respecto al servicio que le ofreces»
El toque humano facilita las cosas: «No entrar a saco para evitar los nervios. Tratar de conseguir un acercamiento previo con el interlocutor hablando de alguna cosa»
Adaptar el lenguaje al interlocutor: «Hablar en términos y vocabulario simple. Con el tiempo ya se podrá entrar en los detalles técnicos»
Es tan interesante ofrecer información como obtenerla: «Es importante tener donde apuntar, recoger información de la empresa es vital»
Lo prioritario es entrar en el cliente, aunque no sea como habÃamos previsto: «aunque no sea mi producto ideal, es una buena forma de ganarse la confianza e introducirse. […] si no me desborda de trabajo puede, aparte de interesante comercialmente, una buena fuente de ingresos»
El soporte documental entregado al cliente facilita la venta: «Casi nunca se consigue hablar con la persona adecuada. Tengo que preparar alguna documentación impresa que pueda adjuntar a la tarjeta de visita, sino a la misma no se le da cauce»
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