El informe realizado por el Centro de investigación privado Ateknea Solutions, para la evaluación del grado de innovación de las pequeñas y medianas empresas españolas, aporta algunos datos ciertamente no muy positivos respecto al panorama innovador pyme en comparación con el resto de Europa.
Este estudio nos muestra un perfil de pyme con escasa motivación en el apartado de la innovación, un perfil que ya se reconoce asimismo como poco innovador, algo que hace el 60% de las pequeñas y medianas empresas.
Pero además, estamos ante un panorama complicado en el que, mientras por un lado se asegura que la apertura de la financiación es un paso fundamental para el despliegue pyme, por otro lado el 70% de las pequeñas y medianas empresas reconoce no participar en ningún tipo de proyecto de financiación pública.
Otras razones de desmotivación con menor incidencia son los trámites burocráticos y el acceso a la financiación general.
Un motor económico con poco espíritu innovador
Por lo tanto este informe nos presenta un panorama en el que uno de los principales motores económicos en nuestro país, recordemos que según los datos del observatorio europeo Eurostat, en España existen más de 2 millones de pequeñas y medianas empresas en activo que generan 8 millones de puestos de empleo, está perdiendo a pasos agigantados el tren de la innovación equiparable al resto del ámbito europeo, con las consiguientes pérdidas de posibilidades de crecimiento.
El contrasentido queda claro cuando analizamos los datos concretamente, por un lado el 100% de las pymes encuestadas reconocen la innovación como un elemento fundamental en el desarrollo del modelo de empresa, por otro lado el 62% piensa que las pequeñas y medianas empresas españolas son mucho menos innovadoras que sus homólogas europeas.
Se trata de un autodiagnóstico que coincide con los datos de la Unión Europea, donde en el cual el evaluación sobre la innovación se coloca a nuestro país como innovador moderado, por debajo de la media europea y desde luego muy lejos de los principales puestos del ranking de la innovación que en este caso ocupaba países como Alemania o Suecia.
Esta percepción que las pymes tienen de sí mismas concuerdan con los datos de la UE, que en su cuadro de evaluación de la innovación sitúan a España (de entre los 28 Estados miembros) en la categoría de “innovador moderado”, estando por debajo de la media de europea y muy lejos de los líderes en este ámbito, como Suecia, Dinamarca o Alemania.
Como principal escollo para la innovación algo más de la mitad de los encuestados habla de falta de financiación privada y pública, tal y como hemos indicado anteriormente, algo que a su vez vuelve a chocar con ese 70% que declara no haber participado en ningún tipo de concurso ni opción de financiación pública.
