Empieza un nuevo curso,¿un buen momento para emprender?

Nos acercamos al ciclo natural de fin del verano. Aunque es cierto que en la actualidad las vacaciones veraniegas se extienden mucho a lo largo de septiembre (por aquello de los gastos) la verdad es que con el cambio de mes la sensación de fin de verano es generalizada, y, en este contexto, parece que volvemos a activarnos en muchos sentidos, también por supuesto desde el punto de vista del emprendimiento ya que el último cuatrimestre del año suele ser uno de los puntos altos en el lanzamiento de nuevas empresas.

Es interesante detenernos un momento a valorar la situación actual desde el punto de vista de las estartap considerar si efectivamente estamos ante un buen momento durante estos últimos cuatro meses del año para plantearnos el lanzamiento de nuestro proyecto empresarial.

Emprender en otoño

Crecen las nuevas empresas

La tendencia es a responder que sí. Durante el año y de manera progresiva se ha ido generalizando el crecimiento de nuevos empresas, que sobre todo dentro del ámbito de la pequeña y mediana empresa ha manifestado mayor incidencia que en otros modelos empresariales.Esto ha sucedido de manera independiente a la evolución de la financiación a las empresas, una evolución lenta, aún poco clara, pero que parece va llegando y se va materializando en una postura diferente por parte de las entidades bancarias; no olvidemos que nuestro país sigue manteniendo un modelo de dependencia enorme a la hora de la financiación de las entidades bancarias.

También debemos sumar a lo anterior el hecho del crecimiento ostensible del número de autónomos; aquí la polémica se ha enquistado en la llamada tarifa plana a los jóvenes autónomos, esa tarifa mediante la cual el joven menor de 30 años aborda tan sólo 50 euros mensuales durante un periodo de tiempo determinado. Esta idea, que ha sido un éxito rotundo con prácticamente 300,000 jóvenes acogidos a la misma, ha tenido una lectura oculta menos interesante, la de que un buen porcentaje de esos jóvenes realmente son contratados por terceros que aprovechan el recorte de gastos que esa tarifa plana supone; es decir, realmente no se trata de autónomos sino de asalariados aprovechando el juego que la opción deja para ahorrar costes al empresario.

En cualquier caso hay otros síntomas interesantes como el crecimiento del volumen de contratación de empleados por parte de los autónomos; un crecimiento aún no espectacular, pero que sí parece avanzar con paso firme.

En definitiva, y con esa teoría real de que nunca es un mal momento para emprender si el proyecto merece la pena, la entrada en los últimos cuatro meses del año también, por supuesto, debe ser considerada un monumento para el emprendimiento.

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